Restaurante la Praillona

Decepción. Chuletillas de lechazo, pésimas. Adobadas con ajo y perejil para disimular el olor y aún así sabían a carne pasada, y sequísimas. Incomibles. Nos fuimos con hambre

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Pedimos un cocido y a mí personalmente no me gustó pq lo hacen con carne de chivo pero tiene mucha fama

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Me salieron canas esperando. Nos sentamos a las 15.05, a las 15.35 nos trajeron la carta, ni una bebida mientras tanto. A las 15.40 unas bebidas. No está mal después de más de media hora. Empezamos con los entrantes: plato de cecina que requiere mucha preparación. 16.15 llega el paté de queso, 16.25 plato de cecina que como es sabido necesita cocción. Comida terminada a las 17.13. La comida de lo más normal, nada especial a reseñar. Servicio lentísimo como ya se habrá deducido.

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Ofrece un menú diario estupendo por 12€ con platos muy bien elaborados. El comedor es cálido y acogedor.

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He venido a comer recomendada por la casera y he quedado encantada, he probado la fabada argollana que solo la sirven los sabados sin reserva si se quiere comer otro dia hay que reservar, estaba muy buena y mucha cantidad, al terminar la fabada me han obsequiado con un mosto esquisito. La atencion es muy buena y el ambiente es acojedor. Recomendadisimo.

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Cocina tradicional de muy alto nivel. No dicen nunca no. Los que pasamos el dia por la montaña sabemos lo bien que nos sienta tener un lugar así, donde puedes llegar con el comedor lleno y sin reserva y sentarte en las mesas de barra a disfrutar de unas manitas de ministro con un buen Prieto Picudo. Un negocio familiar donde sólo desentona el bravucón de la coleta, con aires de artista frustrado. Las chicas, de 10.

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Buen sitio para comer, pero...pero, mejor no lleves prisa, porque van lentisimos, algo más de 45 minutos para ser atendidos. A destacar el bacalao que estaba en su punto y las croquetas mu, mu buenas. Una cosa que no me gustó nada es que te cobren 2,50 euros por un agua filtrada, es decir, que es de la traida de toda la vida y supuestamente filtrada. Por 25 euritos por cabeza de puede hacer la comida, y sube si eres sibarita con el vino, pues te irás a 35-40 x persona. En fin, que estos detalles hacen perder la buena impresión que te llevas de un establecimiento y el motivo de las tres estrellas. Pese a todo el restaurante estaba lleno y presencié como tuvieron que decir a varias personas que no había sitio... mejor reservar.

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